Una antigua fabrica textil es un espacio simple y con colores básicos, resaltando así cualquier tono que este a su alrededor.
En este caso Marta e Irene escogieron los colores rosa y violeta para dar ese toque de color. Añadiendo así esos tonos en las flores o complementos.
Referente a sus looks, Marta prefirió ser fiel a su estilo y escogió un pantalón de piel con detalles acolchados en cuadros, haciendo referencia alas ventanas de la fabrica, a conjunto con el crop top de piel. Añadiendo al conjunto ese toque de novia, escogió una sobrefalda con manipulación de tules de diferentes tonalidades, creando así un look rompedor y a su estilo.
Irene prefirió un vestido asimétrico sencillo con escote en V, y una capa vaporosa de organza que le daba mucho movimiento a su look de novia, acompañado con una trenza y unos pendientes largos.
Las dos novias consiguieron una boda, elegante con un estilo industrial que marcaba el equilibrio perfecto para los dos estilos de mujer.